¡Protege tu piel del sol con Clínica Mallen! La época más soleada del año, en la que los rayos ultravioleta del gran astro son más peligrosos, ya está aquí. Y, como sabes, proteger tu piel de los efectos del sol es muy importante. 

Las manchas en la piel y las quemaduras son lo menos que puede ocurrirte si no proteges a tu piel del sol de manera correcta: enfermedades en la piel, incluyendo melanomas, se incluyen en la lista de peligros.

Además, una exposición poco controlada de tu piel al sol es también uno de los principales motivos del envejecimiento prematuro de la piel. Así que no lo dudes más y, ahora que el verano está a las puertas, ¡protege tu piel del sol con Clínica Mallen!

Existen muchas formas de prevenir y protegernos del sol, y en Clínica Mallen hemos querido hacer una recopilación de las más efectivas. ¡Protege tu piel del sol con estos consejos!

No te separes de la crema solar

El primer consejo es básico y, sin embargo, muy pocas personas lo ponen en práctica. Cuando el sol comienza a apretar, no debemos separarnos de la crema solar si vamos a exponernos a él.

Ya sea porque vayamos a tomar el sol o porque vayamos a pasar mucho tiempo expuestos a él al aire libre, la crema solar será un complemento imprescindible para proteger nuestra piel de los rayos de sol. 

Sabemos, no obstante, que no es tan fácil elegir una crema solar adecuada. Así que haremos un repaso rápido por las categorías que hay de protectores solares según el tipo de piel para que elijas el más adecuado para ti: 

  • Fototipo I y II: es el que deben usar las personas de piel muy blanca, ojos claros, pecas y cabello rubio o pelirrojo. La mejor opción es el factor 50.
  • Fototipo III: usado por personas de piel clara pero con cabello castaño o rubio oscuro y ojos marrones o grises. En este caso, lo ideal sería comprar una crema de factor entre 30 y 50.
  • Fototipo IV: personas con pelo y ojos oscuros y piel morena. Se queman poco y se broncean rápido, así que un factor 30 será la mejor protección para ellos.
  • Fototipo V y VI: son personas de piel bronceada que nunca se queman por el sol. Eso no significa que no necesiten usar algún tipo de protección solar, aunque sea más leve, para proteger su piel de los efectos adversos de la exposición al sol.

La importancia de una buena hidratación

Otro consejo para proteger nuestra piel del sol es beber mucha agua. En verano, todos sabemos que es importante beber agua para combatir el calor y mantenernos hidratados. Pero esa no es la única razón.

Beber agua ayuda a hidratar también nuestros órganos internos y, por tanto, nuestra piel. Cuando nos quemamos, esta quemadora absorbe agua del resto de tu cuerpo para tratar de hidratarse.

Esto, unido a las altas temperaturas y al sudor hace que en esta época del año perdamos mucho más líquido que en cualquier otra. ¡Y ese líquido hay que recuperarlo!

La cantidad de agua que debemos tomar oscila entre los 2 y 2,5 litros. Dependerá, claro, de cada persona. Eso sí: no esperes a tener sed para beber agua. 

Protege tu piel del sol evitando la exposición

Siempre que sea posible, evitar la exposición de tu piel al sol usando sombreros, manga larga u otro tipo de prendas de ropa que escondan tu piel será muy beneficioso para tu salud.

A veces no nos atrevemos a llevar a cabo esta medida por las altas temperaturas, pero existen telas como el lino que son frescas además de ayudarnos a esconder nuestra piel del sol. 

¡Una ducha diferente!

Por último, un consejo que no todos conocen: es posible que tengas que cambiar tu manera de ducharte. ¿Por qué? Porque en esta época la piel sufre mucho más, por lo que hay que lavarla más suavemente.

Lo ideal será darse duchas cortas, a temperatura templada y con productos de higiene corporal naturales que ayuden a una buena recuperación de la piel.

 

Y tú, ¿quieres seguir mimando tu piel más allá de estos consejos? ¡Entonces ven a Clínica Mallen!

 

Prevenir el envejecimiento de la piel es uno de los grandes retos de la cirugía y la medicina estética. Son muchos los factores que lo aceleran, y puede comenzar desde muy temprana edad.

Pero, ¿cuáles son los factores del envejecimiento de la piel que deben preocuparnos? ¿Cuándo y cómo debemos comenzar, por fin, a prevenir ese envejecimiento para retrasarlo lo antes posible?

En Clínica Mallen sabemos que la mayoría de nuestros tratamientos no solo son tratamientos de belleza: también ayudan a prevenir el envejecimiento de la piel y mantener nuestra piel y nuestras células lo más jóvenes posible durante todo el tiempo que podamos.

En definitiva: prevenir el envejecimiento de la piel es una batalla, sí, pero no estás solo en ella: ¡en Clínica Mallen te ayudaremos a cada paso! Porque, y como ocurre con muchos otros ejemplos, no solo hablamos de belleza: también de salud. 

Si estás de acuerdo con nosotros y quieres saber cuándo y cómo debes comenzar a prevenir el envejecimiento, ¡atento a nuestro nuevo post!

¿Cuándo prevenir el envejecimiento de la piel?

No hay una fecha o edad exacta para prevenir el envejecimiento. Cada persona y cada cuerpo son un mundo, los signos del envejecimiento no son los mismos para todos y tampoco aparecen en el mismo momento de la vida.

Para saber si ha llegado el momento de prevenir el envejecimiento deberás analizar tu cuerpo por completo: ¿qué signos de envejecimiento aprecias? ¿Cuáles puedes combatir? Si apenas aprecias estos signos, tal vez sea pronto para comenzar la batalla.

Eso sí, existen pequeñas rutinas que, sin necesidad de presentar signos de envejecimiento, te ayudarán a prevenirlo y puedes llevarlas a cabo toda tu vida: por ejemplo, el uso de cremas hidratantes para cuidar tu piel. 

Signos de envejecimiento de la piel

No podemos darte una edad exacta para que comiences a prevenir el envejecimiento. Pero sí podemos contarte algunos de los signos más claros de envejecimiento para que los combatas desde el primer momento.

En este punto, y gracias a los anuncios de belleza, seguro que ya te suenan los famosos “siete signos del envejecimiento”

  1. Arrugas y líneas de expresión: su gravedad varía dependiendo de otros factores como la exposición solar, el tabaco o la genética.
  2. Textura no uniforme de la piel: piel frágil, menos elástica…
  3. Pigmentación desigual: disminución de la melanina que producimos de manera natural.
  4. Pérdida de luminosidad: debido a la disminución de la actividad hormonal.
  5. Poros visibles: a partir de los 40 años aproximadamente, los poros comienzan a abrirse más y a hacerse visible en el rostro.
  6. Manchas de la edad: consecuencia, principalmente, de la exposición solar. Es lo que conocemos como fotoenvejecimiento.
  7. Sequedad y tirantez de la piel: debido a la falta de hidratación de la misma. De ahí la importancia de usar cremas hidratantes para prevenir este síntoma.

¿Cómo prevenir el envejecimiento de la piel?

Existen muchas maneras de prevenir el envejecimiento de la piel. Algunas son más fáciles, cómodas y asequibles; otras, sin embargo, requieren una inversión mayor, normalmente, por la calidad del tratamiento.

No obstante, y en general, hay ciertas rutinas que puedes llevar a cabo para prevenir el envejecimiento de la piel. 

Estas rutinas pueden dividirse en dos categorías. La primera categoría es la estética: nos referimos al uso de cremas hidratantes, a una correcta limpieza diaria de la piel y a su exfoliación. 

También podemos mencionar aquí el consumo de colágeno, que te ayudará a crear esta sustancia de manera natural y prevenir el envejecimiento. Proteger tu piel del sol y utilizar cremas antiarrugas, aunque aún no tengas, son también parte de la categoría. 

Por último, y normalmente  a partir de los 30 años, las capas más externas de tu piel comienzan a perder espesor. En otras palabras: tu piel comienza a secarse.

Para prevenir este síntoma, es conveniente que cambies tus productos de belleza hasta ahora oil-free por productos más mantecosos y oleosos

La segunda categoría podría denominarse la categoría lifestyle: dormir bien, llevar una alimentación sana y equilibrada, hacer deporte y no fumar son los principales consejos que podemos daros para prevenir el envejecimiento más allá de los productos estéticos.

 

Si crees que necesitas ayuda para prevenir el envejecimiento de tu piel, ¡ven a Clínica Mallen y encontraremos el tratamiento perfecto para ti!

 

Proteger tu piel de la mascarilla es primordial ahora que este accesorio nos acompaña a todas partes: paseos, bares, compras trabajo… La mascarilla nos protege, sí, pero tantas horas con ella también castigan nuestra piel.

Todos los elementos de protección que forman hoy parte de nuestro día a día son claves para contener y vencer a la pandemia, es cierto, pero también están provocando el deterioro de la piel e, incluso, problemas dermatológicos.

Dermatitis, sequedad en la piel, aparición de eccemas o acné son algunas de las consecuencias que se derivan del uso constante y prolongado de la mascarilla. ¡Y dejar de llevarla no es una opción!

Cada tipo de piel, además, es un mundo. Tal vez tú no hayas notado ningún cambio en tu piel o, por el contrario, has notado un acusado empeoramiento de su estado desde que usas mascarilla.

Sea como sea, en Clínica Mallen hemos decidido daros algunos trucos para proteger tu piel de la mascarilla. Porque nuestra piel nos protege siempre a nosotros, ¡y debemos devolverle el favor!

Crea una rutina de limpieza e hidratación antes y después del uso de mascarilla

Limpiar e hidratar bien la piel antes y después del uso de mascarillas minimizará en gran parte los efectos adversos que este complemento puede causar en tu dermis. Es, en última instancia, una medida de prevención.

Esta rutina deberá consistir en lavarte la cara con agua templada o agua micelar, que hidrata y refresca la piel. Usa jabones suaves y sin fragancias, para evitar cualquier tipo de sustancia que pueda irritar la piel.

Una vez que tu rostro esté bien limpio, aplica en él crema hidratante para que tu piel recupere el agua que ha perdido durante el uso de la mascarilla. Es conveniente que esta crema sea adecuada a tu tipo de piel y sus necesidades.

Como apunte, desde Clínica Mallen recomendamos evitar el uso de maquillaje bajo las mascarillas. El maquillaje incrementa la obstrucción y la suciedad en los poros de la piel, “encerrando” tu epidermis.

Si, por motivos de fuerza mayor, debes usar maquillaje, emplea siempre bases fluidas, con texturas líquidas que dejen respirar a la piel.

¿Problemas de piel? Incrementa tus rutinas de cuidados

Las personas que tienen problemas de piel previos, como acné, psoriasis, dermatitis o piel atópica, entre otras, deberán extremar sus rutinas de cuidados para minimizar el daño sufrido por el uso continuado de la mascarilla.

Si anteriormente aconsejábamos una rutina de lavado general, las personas con patologías previas en la piel deberán extremar estas rutinas, así como el uso de tratamientos de cuidado diario.

¿Qué hacer si tu piel se empieza a irritar?

Es normal que, a pesar de andar con cuidado, tu piel termine irritándose igualmente con el paso del tiempo. Al fin y al cabo, la mascarilla obstruye la respiración de nuestra piel, y el sudor bajo este complemento es también dañino para la dermis.

Por eso, el primer paso si tu piel comienza a irritarse es no preocuparte y, desde luego, seguir con las rutinas de limpieza. Eso sí: tratando concretamente en ellas las zonas irritadas de tu rostro.

Además, puedes protegerte de la fricción con cremas barrera: aplica estos productos en las zonas afectadas unos minutos antes de ponerte la mascarilla. Si quieres utilizar este truco de manera preventiva, aplica estas cremas en zonas de roce (como orejas o nariz).

Otra opción, si no tienes o no quieres usar este tipo de productos, es colocar apósitos en las zonas de fricción para evitar o minimizar el daño que el roce puede causarte en la piel.

No descuides el material de la mascarilla

Es probable, sobre todo si tu piel es sensible, que determinados tipos de mascarilla te hayan generado más problemas cutáneos que otros. En este caso, deshazte de ese tipo inmediatamente y prueba con otro modelo.

Además, y siempre dentro de los estándares establecidos por las autoridades sanitarias, ir variando los tipos y modelos de mascarilla de vez en cuando reducirá el roce en tu piel, pues las zonas de fricción irán cambiando.

Ahora que llega el buen tiempo… cuidado con el sol

Proteger tu piel del sol es siempre una máxima cuando llegan las estaciones en las que la fuerza del astro se incrementa. Pero, en el caso del uso de mascarillas, esta protección debe reforzarse.

Aunque algunos crean lo contrario, las mascarillas no protegen a tu piel de los rayos del sol. Por tanto, deberás usar siempre crema solar antes de salir a la calle. Siempre adecuada, claro, a tu tipo de piel y a las circunstancias a las que vayas a exponerla.

 

Si crees que tu piel necesita cuidados especiales, ¡ven a Clínica Mallen y elige el tratamiento adecuado para ella!