Proteger tu piel de la mascarilla es primordial ahora que este accesorio nos acompaña a todas partes: paseos, bares, compras trabajo… La mascarilla nos protege, sí, pero tantas horas con ella también castigan nuestra piel.
Todos los elementos de protección que forman hoy parte de nuestro día a día son claves para contener y vencer a la pandemia, es cierto, pero también están provocando el deterioro de la piel e, incluso, problemas dermatológicos.
Dermatitis, sequedad en la piel, aparición de eccemas o acné son algunas de las consecuencias que se derivan del uso constante y prolongado de la mascarilla. ¡Y dejar de llevarla no es una opción!
Cada tipo de piel, además, es un mundo. Tal vez tú no hayas notado ningún cambio en tu piel o, por el contrario, has notado un acusado empeoramiento de su estado desde que usas mascarilla.
Sea como sea, en Clínica Mallen hemos decidido daros algunos trucos para proteger tu piel de la mascarilla. Porque nuestra piel nos protege siempre a nosotros, ¡y debemos devolverle el favor!
Crea una rutina de limpieza e hidratación antes y después del uso de mascarilla
Limpiar e hidratar bien la piel antes y después del uso de mascarillas minimizará en gran parte los efectos adversos que este complemento puede causar en tu dermis. Es, en última instancia, una medida de prevención.
Esta rutina deberá consistir en lavarte la cara con agua templada o agua micelar, que hidrata y refresca la piel. Usa jabones suaves y sin fragancias, para evitar cualquier tipo de sustancia que pueda irritar la piel.
Una vez que tu rostro esté bien limpio, aplica en él crema hidratante para que tu piel recupere el agua que ha perdido durante el uso de la mascarilla. Es conveniente que esta crema sea adecuada a tu tipo de piel y sus necesidades.
Como apunte, desde Clínica Mallen recomendamos evitar el uso de maquillaje bajo las mascarillas. El maquillaje incrementa la obstrucción y la suciedad en los poros de la piel, “encerrando” tu epidermis.
Si, por motivos de fuerza mayor, debes usar maquillaje, emplea siempre bases fluidas, con texturas líquidas que dejen respirar a la piel.
¿Problemas de piel? Incrementa tus rutinas de cuidados
Las personas que tienen problemas de piel previos, como acné, psoriasis, dermatitis o piel atópica, entre otras, deberán extremar sus rutinas de cuidados para minimizar el daño sufrido por el uso continuado de la mascarilla.
Si anteriormente aconsejábamos una rutina de lavado general, las personas con patologías previas en la piel deberán extremar estas rutinas, así como el uso de tratamientos de cuidado diario.
¿Qué hacer si tu piel se empieza a irritar?
Es normal que, a pesar de andar con cuidado, tu piel termine irritándose igualmente con el paso del tiempo. Al fin y al cabo, la mascarilla obstruye la respiración de nuestra piel, y el sudor bajo este complemento es también dañino para la dermis.
Por eso, el primer paso si tu piel comienza a irritarse es no preocuparte y, desde luego, seguir con las rutinas de limpieza. Eso sí: tratando concretamente en ellas las zonas irritadas de tu rostro.
Además, puedes protegerte de la fricción con cremas barrera: aplica estos productos en las zonas afectadas unos minutos antes de ponerte la mascarilla. Si quieres utilizar este truco de manera preventiva, aplica estas cremas en zonas de roce (como orejas o nariz).
Otra opción, si no tienes o no quieres usar este tipo de productos, es colocar apósitos en las zonas de fricción para evitar o minimizar el daño que el roce puede causarte en la piel.
No descuides el material de la mascarilla
Es probable, sobre todo si tu piel es sensible, que determinados tipos de mascarilla te hayan generado más problemas cutáneos que otros. En este caso, deshazte de ese tipo inmediatamente y prueba con otro modelo.
Además, y siempre dentro de los estándares establecidos por las autoridades sanitarias, ir variando los tipos y modelos de mascarilla de vez en cuando reducirá el roce en tu piel, pues las zonas de fricción irán cambiando.
Ahora que llega el buen tiempo… cuidado con el sol
Proteger tu piel del sol es siempre una máxima cuando llegan las estaciones en las que la fuerza del astro se incrementa. Pero, en el caso del uso de mascarillas, esta protección debe reforzarse.
Aunque algunos crean lo contrario, las mascarillas no protegen a tu piel de los rayos del sol. Por tanto, deberás usar siempre crema solar antes de salir a la calle. Siempre adecuada, claro, a tu tipo de piel y a las circunstancias a las que vayas a exponerla.
Si crees que tu piel necesita cuidados especiales, ¡ven a Clínica Mallen y elige el tratamiento adecuado para ella!