Una innovadora técnica de rejuvenecimiento facial basada en bioestimulación.
Se obtiene mediante la extracción de sangre y centrifugado de la misma; con ello logramos la separación de glóbulos rojos, blancos y la zona plasmática.
Es de esta última de donde obtenemos el PRP y de ellas “el factor de crecimiento” que favorecen la división celular.
Estos factores de crecimiento tienen el potencial de estimular la reparación de los tejidos dañados o envejecidos o con falta de riego para el mantenimiento celular.
Desde hace más de 10 años lo utilizamos en nuestra clínica como parte del arsenal terapéutico en múltiples tratamientos tales como la caída del pelo, mejora de la piel, etc.
No debemos de olvidar que este tratamiento es un estímulo allí donde lo inyectemos, por ello es aconsejable hacerse de dos a tres al año.
Normalmente este tratamiento viene acompañado de otros para reforzar y mejorar los resultados, obteniendo una piel más luminosa, firme y de un grosor más joven.
¿EN QUÉ CONSISTE EL TRATAMIENTO?
El procedimiento para obtener el PRP para el tratamiento consiste en extraer entre 10 a 20 ml de sangre del paciente.
Una vez extraída se prepara para su centrifugación y procesamiento mediante protocolos científicos.
Obteniendo de 1 a 2ml de plasma rico en factores de crecimiento por cada 10ml. de sangre. Cada 3 ml de plasma contiene 3,3 millones de plaquetas.
Cuando tenemos el PRP se inyecta por vía intradérmica o subcutánea en la zona a tratar. Es una técnica sencilla y con excelentes resultados.